Luego, resuelvan las siguientes cuestiones.
Actividad:
1. ¿Cuál es la intención comunicativa presente en el texto? Determina el género discursivo.
2. Explica por escrito en tu cuadernola el significado de las siguientes expresiones:
“Pero su escritura, puñal para la vista."
“Candidata ya no tenía ganas de espumas ni de espumantes."
3. Justifica el uso de la tilde en las palabras subrayadas. Guíate por el ejemplo:
él: monosílabo, pronombre personal, que presenta tilde diacrítico para diferenciarse del artículo “el”.
Esa
ortografía tan, pero tan poco sexy
¿Cita en un bar sexy? A veces, no alcanza...
Le encanta chatear con él. Le festeja todos los emojis. Y hasta los
videitos de buenos días y buenas noches que detesta. El problema aparece cuando
Candidato escribe “calza” con “ese”.
Candidato es bonito, amable y caballero. Pero su escritura, puñal para la
vista. Trató de obviar la cuestión. La complicada es ella, Candidata. Mina
exigente. Al fin y al cabo, ¿qué cambia conjugar bien o mal el verbo
“haber”? “Espero que te halla gustado el regalo”. “Y no... así
no me gusta!”, piensa Candidata.
Hasta que Whatsapp no habilite corrector está en problemas. Tal vez ya lo
tenga y Candidato no lo sepa. O, tal vez, a Candidato le importe un rábano
el diccionario y el predictivo teclado.
El problema es Candidata y su dilema. Candidato que escribe mal retrasa
cinco casilleros. Candidato que escribe bien, avanza cinco casilleros. Que sea
soltero, que sea galán, atento y caballero para ir a jugar. Y que además,
¿escriba bien?
Hace unas noches, mientras Candidato y Candidata intentaban llegar a
boliche top, antes de poner en marcha el auto, Candidato quiso tipear la
dirección en GPS. ¿Con qué va Arévalo?, preguntó a Candidata y le pasó
el celular para que lo escribiera ella.
Cuando llegaron a la barra de tragos más sexy de Palermo, Candidata ya no
tenía ganas de espumas ni de espumantes. Se pidió una gaseosa light. Mientras
bajaba de costado y con pajita la bebida no espirituosa, escaneaba a los
señores que circulaban entre copas.
Ahora, cuando cierra los ojos y pide tres deseos (o mejor cinco), enumera:
que sea lindo, que sea inteligente, que pague la cuenta, que esté libre y...
que no le clave el diccionario vacío como daga infernal.
Tagtachian, Magda. (28 de marzo de 2018).
Esa ortografía tan, pero tan poco sexy. Clarín. Recuperado de
https://www.clarin.com/opinion/ortografia-sexy_0_By_gqzKqz.html